Actualmente la hipnosis es un campo de investigación y aplicación muy amplio y recientemente se está investigando de forma sistemática su labor en la mejora de la eficacia y eficiencia de los tratamientos psicológicos. Se ha demostrado empírica y clínicamente su valor en los tratamientos especialmente dentro del marco de la Terapia Cognitiva Conductual, a la que complementa y refuerza. Es decir, permite reducir el número de sesiones necesarias y el esfuerzo personal para modificar la respuesta problema (a nivel cognitivo, emocional, fisiológico, conductual). En algunas ocasiones se requiere que la persona realice acciones que suponen un considerable auto-control, como dejar de comer alimentos apetecibles, dejar de fumar, o exponerse a temores que provocan mucha ansiedad… E n otras ocasiones, se trata de manejar sensaciones dolorosas.
La efectividad de esta técnica terapéutica se potencia por varios factores:
Permite reducir la cantidad de energía requerida, facilita al/la paciente el cumplimiento de los objetivos de la terapia
-
A través de las sugestiones hipnóticas se favorecen las actitudes positivas hacia el afrontamiento y la superación de los problemas, aumentando las expectativas positivas de logro.
-
Este procedimiento es descrito por la mayoría de las personas, como una experiencia altamente gratificante y muy agradable.
-
Favorecen en casi todas las ocasiones la experiencia de relajación que como sabemos es fundamental para manejar las respuestas de ansiedad.
-
Las técnicas hipnóticas mejoran las habilidades de imaginación, de implicación emocional, muy importantes en la solución de problemas.
-
La hipnosis se adapta a diversas situaciones clínicas y, al favorecer cambios rápidos, aumenta la motivación de la persona y la adherencia al tratamiento.
Vemos entonces, que la hipnosis clínica es un buen procedimiento utilizado dentro de la terapia psicológica; por lo tanto, no olvidemos que para garantizar un correcto, fiable, seguro y riguroso uso de esta técnica, es vital y necesario que sea aplicada exclusivamente por profesionales dentro de su área de intervención, en concreto psicólogos y médicos que hayan complementado posteriormente su formación de manera específica en el uso clínico de la hipnosis. Solo una aclaración más antes de continuar: no resulta correcto el término “hipno-terapeuta” para la persona que realiza hipnosis ya que es una técnica psicológica y no una terapia en sí misma. Es más adecuado referirse a profesionales de la Psicología o la Medicina con formación específica y añadida en Hipnosis Clínica. Es importante tener en cuenta estos datos a la hora de elegir dónde y quién aplicará el proceso hipnótico.
¿A QUÉ LLAMAMOS HIPNOSIS CLÍNICA?
Aunque existe una amplia muestra de definiciones, en nuestros días es aceptada mayoritariamente la idea de la hipnosis como un procedimiento dentro de la terapia psicológica, en el que el/la especialista sugiere a una persona que experimente cambios en sus percepciones, emociones, pensamientos y/o conducta.
La situación hipnótica se suele establecer mediante la aplicación de
-
“técnicas de inducción” de diferente índole, siendo la más común la que contiene sugestiones de tranquilidad, de relajación y de sensación de bienestar.
-
Se aplicarán en todos los casos sugestiones generales, como por ejemplo de auto-eficacia, de autocontrol sobre el propio comportamiento y sobre su propia vida, de tranquilidad, de bienestar…, y además las sugestiones específicas al caso.
-
Se crea un contexto hipnótico, dentro del cual se favorece el cumplimiento de tales sugestiones. Éstas implican que la persona experimen
Las sensaciones que se experimentan durante la hipnosis son diferentes para cada uno y van desde estar más concentrados y con mayor control sobre la mente, hasta la sensación de “estado alterado de conciencia”,… Se ha comprobado que en casi todos los casos, las personas se sienten muy relajadas y calmadas, es decir, tienen una experiencia altamente agradable.
No todas las personas son susceptibles de ser hipnotizadas, es decir, no es adecuado para todo el mundo. Unos responden fácilmente a las sugestiones hipnóticas y otros no. Lo que impide que los pacientes sientan lo que se le solicita en las sugestiones puede tener que ver con el miedo a esa vivencia, “a ver que me va a pasar”. En ocasiones se debe a la idea falsa y preconcebida sobre la hipnosis, asociada a espectáculos o a personas que la utilizan sin tener titulación académica.
Por esto, es importante señalar que, la persona en hipnosis, no pierde el control sobre sus acciones, es consciente de quién es y por supuesto de dónde está, no se le obliga a realizar nada que realmente no haría, ni a experimentar las sugestiones si no quiere. No supone peligro, ni “caer en un sueño a merced del especialista”. Y además, la persona recuerda generalmente lo que sucedió en la situación hipnótica a no ser que se sugiera dentro de la sesión, su olvido.
APLICACIONES DE LA HIPNOSIS CLÍNICA
Algunas de las áreas de aplicación de la hipnosis clínica son:
-
Trastornos emocionales:
-
Control y manejo de las reacciones de ansiedad, estrés, fobias, miedos
-
Reacciones depresivas
-
Obsesiones
-
Trastornos adictivos y control de impulsos:
- Adicciones: consumo de tabaco, alcoholismo, juego patológico, tecnología, cannabis, cocaína, compra compulsiva
- Tratamiento de la obesidad y el impulso a comer
-
Onicofagia (comerse las uñas)
-
Tricotilomanía (tirarse del pelo)
-
Tartamudeo, Tics
-
Trastornos psico-fisiológicos:
- Manejo del dolor
-
Trastornos del sueño: insomnio…
-
Disfunciones sexuales
-
Problemas dermatológicos: alivio de síntomas de picor o quemazón, rascado compulsivo, psoriasis, verrugas…
-
Hipertensión
-
Síndrome de intestino irritable
-
Otros campos:.
- Concentración, rendimiento académico, rendimiento atlético
-
Incremento de la capacidad de atención
-
Fortalecimiento e incremento de la auto-estima, la auto-eficacia y la confianza en si mismo y en los demás
En conclusión, la hipnosis es un procedimiento que ayuda a concentrarse, a relajarse más profundamente y a fomentar experiencias subjetivas que respondan a lo que se demanda en las sugestiones. El participante tiene el control sobre su comportamiento en todo momento y podrá interrumpir la sesión si lo desea. La persona es consciente de lo que hace, y los resultados dependerán en gran parte de ella misma (tiene el control).
Esta técnica utiliza las habilidades del/la cliente para imaginar y visualizar. La capacidad para ser hipnotizado (hipnotizabilidad) puede ser modificable, puede desarrollarse, aprenderse y entrenarse pero dentro de ciertos límites. Y por supuesto se requiere de la colaboración activa de la persona. La hipnosis clínica fomenta su participación creativa en la búsqueda de estrategias de afrontamiento para resolver y responder adecuadamente lo que se le solicita a través de las sugestiones.
En CIPSA estamos comprometidos con el tratamiento de personas, no solo de enfermedades o problemas. Somos un todo y para resolver dificultades hay que integrar las técnicas en los tratamientos y los tratamientos en las personas y las personas en su contexto social, profesional y familiar.
Para más información existe una bibliografía recomendada y por supuesto en CIPSA responderemos sus dudas a través del teléfono y de nuestra dirección de correo electrónico
Si te interesa saber cómo aplicamos la hiponosis al tratamiento del dolor, aquí puedes leer este artículo: La Hipnosis Clínica como una herramienta eficaz en el manejo del dolor