Así fue el Reencuentro con la Dra. Ana Isabel de Santiago

 

El resumen de los Encuentros con la Dra. Ana Isabel de Santiago, que tuvo luegar en marzo 2025 está a cargo de Unai Bengoa, Elisa España, Sara Oceja y Saray Ortiz, psicólogas en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica de CIPSA.

El suicidio es un fenómeno complejo que representa un gran reto para la salud pública. En España, tras un aumento paulatino de las cifras desde 2019 y un pico máximo en 2022, el año 2023 marcó el inicio de una disminución progresiva. A pesar de este avance, el suicidio sigue superando en número a la suma de las siguientes causas de muerte: accidentes de tráfico, violencia de género y homicidios, lo que subraya la urgencia de seguir trabajando en estrategias de prevención.

Cantabria presenta tasas de suicidio más bajas que la media nacional, mientras que Asturias y Galicia lideran las cifras. Cabe indicar que de cada cuatro casos, tres son varones y uno es mujer. Mientras que los hombres emplean métodos más letales y de difícil rescate, las mujeres presentan mayor número de intentos, aunque suelen pedir ayuda con más frecuencia, lo que se convierte en un factor clave para la prevención. No obstante, en Cantabria, esta proporción tiende a igualarse (dos hombres y dos mujeres) desde 2023.

Además, existen diversidad de grupos que son especialmente vulnerables como las personas mayores de 65 años, quienes padecen depresión, personas en riesgo de exclusión social, la comunidad LGBTIQ+, víctimas de violencia de género, entornos carcelarios y ciertos sectores profesionales.

Existen múltiples mitos en torno al suicidio que deben ser desmentidos. Uno de ellos es el "efecto llamada", la creencia de que hablar sobre el suicidio incita a cometerlo. En realidad, cuando se aborda de manera responsable, el diálogo es una herramienta preventiva. Otro mito es que "el que lo dice, no lo hace" cuando la realidad demuestra que seis de cada diez personas que se han suicidado lo comunicaron la semana anterior, y dos de cada diez, el mismo día. También se tiende a pensar que solo los profesionales pueden ayudar, pero cualquier persona puede ser clave en la prevención; escuchar sin juzgar, acompañar y ofrecer apoyo son acciones esenciales. Además, no todas las personas que se suicidan padecen un problema de salud mental, ni todas las personas con problemas de salud mental intentan suicidarse.

El suicidio se sostiene sobre tres factores clave: desesperanza, impulsividad y la percepción de ser una carga. Por ello, la prevención se debe enfocar en la detección temprana, la intervención inmediata y el apoyo a los supervivientes (familiares y allegados de quienes han fallecido por suicidio).

El Programa CARS (Alta Resolución por Amenaza de Suicidio), que se desarrolla en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, garantiza atención intensiva en un plazo de 24 a 72 horas tanto para el paciente como para su familia, evitando la cronificación del problema. También se ha desarrollado una aplicación de monitorización diaria, reconocida por su innovación en la prevención. A nivel nacional, se han implementado planes como el Plan Nacional de Prevención del Suicidio, alineado con el Plan de Salud Mental 2022-2026. El Plan de Acción 2025-2027 se basa en tres pilares fundamentales: prevención, intervención y postvención, con un enfoque interseccional.

Si bien los avances recientes en la reducción de suicidios son alentadores, la lucha contra esta problemática debe continuar. La clave está en la educación, la detección temprana y el acceso a los recursos adecuados. Además, es necesario abordar factores sociales que contribuyen al suicidio, como el acoso escolar, las dificultades económicas y los problemas laborales.

Hablar del suicidio con responsabilidad, ofrecer apoyo a quienes lo necesitan y fortalecer los programas de prevención son pasos esenciales para seguir reduciendo estas cifras. Entre todos, podemos crear una sociedad más consciente y solidaria, donde nadie se sienta solo en su sufrimiento

Como siempre un abrazo de 20 segundos para cada lector/a.


Unai Bengoa, Elisa España, Sara Oceja y Saray Ortiz
Psicólogos en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica
del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud, CIPSA

Ángela Carrera Camuesco
Especialista en Psicología Clínica
Directora de CIPSA

 

 

Así fue el Reencuentro con el Dr. Jesús de la Gándara | La Soledad Maldita

 

El resumen de los Encuentros con… de febrero 2025 está a cargo de Marta de Mier, Sara Oceja, Saray Ortiz, Guzmán Serrano y Xabier Vázquez, psicólogas y psicólogos en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica de CIPSA.

La soledad se ha convertido en un problema de salud pública. Según el Observatorio Estatal, un 11% de los españoles han experimentado sentimientos de soledad, mientras que, a nivel internacional, más de un tercio de las personas mayores de 45 años se sienten solas. Además, numerosos estudios han demostrado que la soledad aumenta el riesgo de mortalidad, lo que confirma su impacto en la salud física y emocional.

La RAE define la soledad con términos como carencia, desierto y penuria. Jesús de la Gándara explica que estos tres elementos por separado podrían considerarse una soledad liviana, pero es la combinación de los tres lo que da lugar a la soledad maligna, aquella que se considera patológica y deteriora la salud. Sin embargo, aclara que la soledad en sí misma no es negativa, sino una condición inherente al ser humano que, cuando se gestiona bien, puede ser beneficiosa.

Existen distintos tipos de soledad, entre los que se mencionó la solitud —como la experiencia de quien decide viajar solo en barco alrededor del mundo o soledad pasional— y la soledumbre -que se podría considerar la más triste: la soledad en penumbra-. También se pueden distinguir diferentes niveles: la soledad ligera, que puede ser momentánea o no deseada; la soledad morbosa, que genera malestar emocional prolongado; y la soledad maligna o tóxica, que no solo afecta a nivel mental y social, sino que también se asocia con marcadores de inflamación y mayor predisposición al dolor y a enfermedades.

El aislamiento es especialmente preocupante entre los jóvenes, quienes cada vez son más solitarios. Ejemplo de ello son los hikikomori, personas que se aíslan por completo en sus hogares, o aquellos que, debido al teletrabajo, apenas tienen contacto social.

Superar la soledad implica, en gran medida, encontrarse a uno mismo. Muchas personas solitarias comparten rasgos como la inseguridad o la introversión, pero existen formas de transformar la soledad en algo positivo. Jesús sugiere algunos “comprimidos” contra la soledad: la palabra y la conversación como herramientas de conexión; la belleza, a través del arte o la naturaleza, como fuente de consuelo; la amistad, que nos permite construir relaciones significativas; y la solidaridad, que nos recuerda el valor de la compañía.

Pero la verdadera compañía no es solo estar con otros, sino compartir y conectar. Para ello, es necesario coexistir, es decir, compartir espacio con otros; convivir, interactuar activamente; conversar, intercambiar pensamientos y emociones; y compenetrar, establecer vínculos profundos.

Finalmente, Jesús plantea un trilema clave para enfrentar la soledad: mueve las manos, los pies y la lengua. Es decir, actúa, sal de tu zona de confort y comunícate. La soledad puede ser un enemigo silencioso, pero con las herramientas adecuadas, también puede convertirse en una oportunidad para el autoconocimiento y el crecimiento personal.

Como siempre un abrazo de 20 segundos para cada lector/a.


Marta de Mier, Sara Oceja, Guzmán Serrano y Xabier Vázquez
Psicólogos en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica
del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud, CIPSA

Ángela Carrera Camuesco
Especialista en Psicología Clínica
Directora de CIPSA

 

 

Síndrome de Burnout: detecta, previene y conoce sobre el agotamiento laboral

Hola de nuevo a los lectores asiduos y nuevo hola para los que se estrenan. El post está a cargo de Guzmán Serrano Pérez, psicólogo en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica de CIPSA

Síndrome de Burnout: detecta, previene y conoce sobre el agotamiento laboral

El síndrome de burnout es un fenómeno que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a aquellas que desempeñan trabajos que requieren una alta implicación en el cuidado de la salud o un alto nivel de implicación emocional.

El síndrome de burnout se refiere a un estado de agotamiento físico, emocional y mental causado por el estrés crónico relacionado con el trabajo. Este síndrome se caracteriza por la sensación de estar "quemado" o sobrepasado, y puede afectar gravemente tanto la salud como la calidad de vida de las personas.

Los síntomas del burnout puede manifestarse de diversas maneras, pero los síntomas más comunes son:

  • Agotamiento emocional: sensación constante de fatiga, falta de energía y dificultades para recuperarse, incluso tras periodos de descanso.
  • Despersonalización o cinismo: actitud negativa o distante hacia el trabajo, los compañeros o incluso los clientes.
  • Reducción de la eficacia personal: sensación de ineptitud o falta de logros en el ámbito laboral.
  • Entre otros posibles síntomas podemos encontrar: problemas de concentración y memoria, insomnio o alteraciones en el sueño, dolores de cabeza, tensión muscular y problemas digestivos, aislamiento social o la disminución de actividades placenteras.

El burnout aparece como el resultado de una combinación de diversos factores. Entre las causas más comunes podemos encontrar: una sobrecarga de trabajo debido a un exceso de tareas, jornadas laborales largas o la falta de descansos adecuados; la falta de reconocimiento o escasa valoración del trabajo también puede facilitar la aparición del burnout; un ambiente laboral tóxico o conflictivo, así como una pobre comunicación entre equipos o falta de apoyo; un desequilibrio entre la vida laboral y personal; y distintos factores individuales como el perfeccionismo, la autoexigencia o las dificultades para establecer límites facilitan la aparición de este síndrome.

Podemos realizar una prevención de este síndrome tanto a nivel individual como organizacional.

A nivel individual, es importante trabajar: la gestión del tiempo, el establecimiento de prioridades y el saber delegar tareas cuando sea posible. Realizar actividades placenteras, un descanso adecuado y autocuidarse es vital para prevenir este síndrome, igualmente,  aprender a establecer límites y respetar los tiempos de desconexión laboral.

En cuanto al nivel organizacional: es relevante promover un ambiente laboral saludable, reconocer y motivar el esfuerzo de los empleados, así como ofrecer oportunidades para el desarrollo profesional, y una mayor flexibilidad favorece a evitar que aparezca este síndrome.

Cuando presentamos burnout por mucho tiempo, este puede tener un impacto significativo en nuestras diferentes áreas de la vida, las consecuencias más comunes que podemos padecer son:

  • Salud física y mental: incrementa el riesgo de desarrollar depresión, ansiedad, enfermedades cardiovasculares y trastornos inmunológicos.
  • Relaciones personales: puede fomentar los conflictos y aislamiento social.
  • Rendimiento laboral: la disminución de la motivación y la productividad puede afectar al rendimiento y desarrollo profesional.

En conclusión, podemos decir que el síndrome de burnout no debe tomarse a la ligera. Reconocer los síntomas y actuar a tiempo es clave para evitar sus consecuencias a largo plazo.

Como siempre un abrazo de 20 segundos para cada lector/a


Guzmán Serrano Pérez
Psicólogo en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica
del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud, CIPSA

Ángela Carrera Camuesco
Psicóloga Clínica y directora de CIPSA 

Imágenes: Created by Pexels ~ Nataliya Vaitkevich •  Pexels

 

Usamos cookies en nuestro sitio web. Algunas de ellas son esenciales para el funcionamiento del sitio, mientras que otras nos ayudan a mejorar el sitio web y también la experiencia del usuario (cookies de rastreo). Puedes decidir por ti mismo si quieres permitir el uso de las cookies. Ten en cuenta que si las rechazas, puede que no puedas usar todas las funcionalidades del sitio web.