Hola de nuevo a los lectores asiduos y nuevo hola para los que se estrenan. El post está a cargo de Esther Pedraja Fernández y Daniel Samperio Fernández psicólogos en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica de CIPSA.

Las Redes Sociales tienen ventajas  pero también tienen algunos riesgos, especialmente en lo que se refiere a la imagen que tenemos de nosotros mismos. Utilizamos filtros y aplicaciones de edición de fotos para ocultar nuestras imperfecciones, para ‘embellecer’ y presentar una imagen idealizada de simetría perfecta que no se ajusta a la realidad. Esto puede llevar a muchas personas a alejarse de su imagen real y a obsesionarse con su ‘yo perfecto’.   Uno de los problemas que ocasionan es la comparación inevitable entre la imagen real y la imagen con filtro que conduce a una imagen distorsionada del propio cuerpo y puede generar complejos que quizá antes no existían. Con su uso, existe la probabilidad de sufrir otras consecuencias psicológicas como necesidad de aprobación, aumento de inseguridades e inestabilidad emocional,  rechazo de la imagen corporal, búsqueda de perfeccionismo, ansiedad y depresión e impacto en nuestra autoestima.

La percepción del propio cuerpo explica por lo menos el 25% de nuestra autoestima. Es mucho más importante sentirnos bien dentro de nuestra propia piel que ser perfecto físicamente. Hay personas atractivas que pueden sentirse infelices con su cuerpo y personas que según los estándares de belleza de la sociedad actual no son tan atractivas físicamente, pero se sienten bien. La disconformidad con el cuerpo que poseemos y la comparativa con el ideal que se muestra en la sociedad determinan las bases para la insatisfacción corporal. Así, el trastorno de la imagen corporal está asociado con un gran malestar subjetivo que puede ser perturbador y condiciona nuestras relaciones sociales. Muchos usuarios de redes sociales recompensan a las personas que se ajustan al ideal, mientras castigan psicológicamente a los que no se ajustan al mismo. La sociedad entrena a las personas para que se preocupen por su apariencia externa y para valorarse principalmente por ella, sin tener en cuenta el valor como persona. A principios de marzo del 2023, dos nuevos filtros en TikTok causaron revuelo: El filtro “Teenage Look”, que hace que nos veamos más jóvenes y el filtro “Bold Glamour”, que convierte el rostro en una imagen ideal de belleza con labios más carnosos, vista más radiante, una nariz más delgada y una piel perfecta.

Para referirse a esta tendencia y a la posible patología que pueden causar la influencia de estos filtros en nuestra imagen se ha acuñado el término “Dismorfia de Snapchat”. Este término hace referencia a las personas que quieren operarse para parecerse a su propia imagen retocada con los filtros de algunas aplicaciones. Es importante resaltar que poco a poco se va tomando conciencia de los peligros de los filtros y de cómo su uso puede afectar psicológicamente a las personas dañando la salud mental.

Como siempre, un abrazo de 20 segundos para cada lector/a.

Esther Pedraja Fernández y Daniel Samperio Fernández
Psicólogos en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica
del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud, CIPSA

Ángela Carrera Camuesco
Psicóloga Clínica y directora de CIPSA 

Imágenes: Created by Gustavo Fring ~  Pexels