Hola de nuevo a los lectores asiduos y nuevo hola para los que se estrenan. El post está a cargo de Lara Olalla Borge y Verónica Ruiz Venero, psicólogas en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica de CIPSA.

Los opioides son una clase de drogas que se encuentran en forma natural en la planta de amapola o adormidera. Algunos opioides se elaboran directamente de la planta, mientras que otros —como el Fentanilo— se crean en laboratorios, donde los científicos utilizan la misma estructura química para fabricar opioides sintéticos o semisintéticos. El Fentanilo se utiliza para tratar a pacientes que sufren de dolor crónico y presentan tolerancia física a otros opioides. Es similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente. Cuando lo receta un médico, el Fentanilo se puede administrar en forma inyectable, en forma de un parche que se coloca sobre la piel o en forma de pastillas que el paciente disuelve en la boca como si fueran pastillas para la tos.

Por otro lado, también se utiliza de forma no médica y puede consumirse ilegalmente, y como no tiene control médico se asocia con más frecuencia a sobredosis. El Fentanilo que se consume ilegalmente normalmente es sintético y se vende en forma de polvo, vertido en gotas sobre papel secante, en envases de gotas para los ojos o rociadores nasales o en pastillas parecidas a las de otros opioides recetados.

Los países que registraron el mayor consumo de Fentanilo en el mundo en 2021 fueron Estados Unidos, Alemania y España. Son las drogas más comúnmente asociadas a las muertes por sobredosis, que aumentaron un 94% de 2019 a 2021 en EEUU. El Fentanilo es el tercer analgésico opioide más consumido en España, por detrás de la codeína y el tramadol. La Sociedad Española del Dolor, explica que "con el paso del tiempo ha ido aumentando la prescripción de Fentanilo y que es el opioide más recetado en nuestro país". De hecho, la prescripción de Fentanilo se triplicó entre los años 2004 y 2014, pasando de 0,65 miligramos per cápita a 2,20 miligramos. Se ha descubierto que recientemente la droga ilegal ha aterrizado en España, y se están registrando los primeros casos de consumo ilegal en nuestro país. La entrada de nuevos opioides sintéticos en Europa y España supone un riesgo serio con importantes implicaciones para la Salud Pública. La mayor parte de la información proviene de EEUU, y actualmente en España se están obteniendo los primeros casos de consumo ilegal. La pandemia fue la puntilla. En 2020, las muertes por sobredosis crecieron un 20% y en 2021, un 16% más. En 2022, la DEA (siglas en inglés de la agencia antidrogas) incautó más de 50 millones de píldoras falsas y 4.500 kilos de polvo de Fentanilo, el equivalente a “casi 400 millones de dosis potencialmente mortales”. Se estima que casi 200 estadounidenses fallecen cada día por consumir esta droga.

El Fentanilo es adictivo por su potencia. Una persona que toma Fentanilo puede desarrollar dependencia, que se evidencia en los síntomas de abstinencia cuando deja de tomar el medicamento. Cuando una persona es adicta a una sustancia, busca y consume compulsivamente la droga, algo que puede ser difícil de controlar a pesar de los efectos perjudiciales. Además, otro de los problemas asociados a este consumo es que el precio de venta en las calles es muy barato, por dosis de 100 a 400 microgramos de Fentanilo, el precio es 2 dólares o menos.

Lo que está ocurriendo en EEUU con esta droga puede ser el equivalente de lo vivido en la pasada década de los 80 en España con la heroína, que se cobraba la vida de 300 personas al día. Esto es un ejemplo de que una sustancia bien utilizada tiene muchas ventajas, por el contrario con su uso ilegal, es perjudicial.

Como siempre, un abrazo de 20 segundos para cada lector/a.

Lara Olalla y Verónica Ruiz
Psicólogas en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica
del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud, CIPSA

Ángela Carrera Camuesco
Psicóloga Clínica y directora de CIPSA 

Imágenes: Created by Gustavo Fring ~  Pexels