¡¡Deja ya ese vicio!!... ¿Es tan sencillo?
Hola de nuevo a los lectores asiduos y nuevo hola para los que se estrenan. Como cada año, el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA) ofrece este 2021 una visión general del consumo de sustancias, tanto legales como ilegales. .- Al igual que en ocasiones anteriores, el alcohol sigue siendo la sustancia psicoactiva más consumida. Su “consumo en atracón” o “binge drinking” mantiene una tendencia ascendente desde 2007. .- A esta sustancia le sigue el tabaco, con un 32% de la población que fuma a diario. .- Respecto a las sustancias ilegales, la más consumida es el cannabis, seguida de la cocaína y otras sustancias como el éxtasis o las anfetaminas. Además, encontramos una gran cantidad de sustancias que se consideran nuevos psicoactivos (keta, spice, cannabinoides sintéticos, marihuana sintética, ayahuasca…).
Recordemos los efectos negativos del consumo de estas sustancias: incluyen
Entonces, ¿por qué se consumen estas sustancias? La investigación en torno a las adicciones ha demostrado que existen una serie de mecanismos cerebrales implicados en el consumo y el proceso adictivo: el sistema de motivación-recompensa. Olds y Milner descubrieron un sistema cerebral que hace posible que sintamos placer. Realizaron una investigación con ratas. Estas podían pulsar una palanca que les permitía estimular el área del cerebro que se encarga de la motivación y la recompensa (“la vía mesolímbica”) en la que se había implantado un electrodo. Llegaban a estimularse hasta dos mil veces al día, dejando a un lado estímulos básicos como comida, agua o sexo. Además, llegaban a soportar efectos adversos por conseguir la auto-estimulación. Como neurotransmisor, la dopamina tiene un papel fundamental en el aprendizaje mediado por recompensa. Las sustancias adictivas consumidas de forma habitual se van a comportar igual que las recompensas naturales (agua, alimento o sexo) aumentando la liberación de dopamina. Cuando se comienza a consumir una droga, se produce una liberación de dopamina que facilita aprendizajes relacionados con el consumo. La liberación de dopamina es mayor que la que existe ante recompensas naturales. Las personas que consumen de manera habitual necesitan un aumento progresivo de la dosis, debido a la tolerancia, para que su cerebro libere esa cantidad de dopamina. Por otro lado, el ambiente juega un papel fundamental. El sitio donde se consume o la compañía pueden convertirse en estímulos condicionados que más tarde acabarán haciendo que por sí solos hagan que aparezcan las ganas de consumir. Por último, puede existir cierto tipo de “personalidad adictiva” que explique que ciertas personas sean más vulnerables a la adicción. Una de estas características es la impulsividad, es decir, responder a los estímulos sin reflexionar y sin anticipar las consecuencias. También, las adicciones han sido relacionadas con algunas entidades diagnósticas como el Trastorno de Déficit de Atención con y sin Hiperactividad (TDA-H), el Trastorno Bipolar y el Trastorno Límite de Personalidad. Como hemos visto, las adicciones tienen una base neurobiológica y están influenciadas por una serie de factores psicológicos y sociales. Hasta hace un tiempo se entendían los problemas de sustancias como una simple cuestión de falta de voluntad y se culpabilizaba a la persona por no querer dejar esos “vicios”. Actualmente esta visión ha cambiado y se entiende que nos encontramos ante un trastorno. Si tienes este tipo de problema o conoces a alguien que lo tenga, espero que estas páginas te hayan ayudado a entenderlo mejor y a saber que no es tan fácil como dar ese consejo de “déjalo ya” , que se puede superar pero que es necesario tratarlo a través de terapias psicológicas y farmacológicas que ayuden a las personas a recuperar su salud y su calidad de vida. Como siempre, un abrazo de 20 segundos para cada lector/a. Autoras: Imágenes: Created by Racool_studio, starline and macrovector ~ Freepik |