Encuentro con... ALEGA por la diversidad sexual

Continuando con su octava temporada, como siempre en el Espacio Fraile y Blanco, el Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud (CIPSA) ha tenido el honor de tener como invitada a Kiara Brambilla.

Kiara, expresidenta de ALEGA y miembro de la Asociación de Mujeres de Cantabria (MUJOCA), se define como una activista social   desde muy joven. Posee una amplia trayectoria en la defensa de los derechos tanto de las mujeres, como del colectivo LGBTI. Durante la charla compartió sus experiencias y reflexiones sobre la realidad LGBTI, sobre sus derechos sexuales o la educación sexual que reciben nuestros menores mediante diferentes talleres, siendo su impartición parte de su actividad habitual.

El encuentro, guiado por Carlos San Martín, dio comienzo con una delimitación de términos que, aunque conocidos, habitualmente no están del todo claros. El primero de ellos fue el colectivo LGBTI. Las tres primeras siglas hacen referencia a la orientación sexual: lesbianas, gays y bisexuales, la cuarta, “transexuales” apunta a la identidad. Por último, la I de “intersexuales” alude a aquellas personas que al nacer su genitalidad dificulta la asignación de sexo normativa (niño-niña).

Cabe destacar que este colectivo no escapa tampoco del sistema patriarcal en el que estamos inmersos lo que se refleja en la visibilidad de algunas de sus siglas por encima de otras o en que algunas como la transexualidad estén más “olvidadas”, hasta hace poco estas personas para poder cambiar su nombre debían someterse primero a una operación de sus genitales.

El segundo concepto, diversidad afectivo-sexual, recoge las diferentes orientaciones e identidades de género. Se entiende como una alternativa a la heteronormatividad, es decir, al modelo y visión dominante de la heterosexualidad como modo de relación principal o aceptada.  

Aunque ya existía el movimiento en pro de los derechos de estos colectivos y la diversidad, fue el 28 de junio de 1969 cuando tuvo lugar la gran revolución en el conocido Bar Stonewall. A partir de ahí se visibilizaron los movimientos activistas y al año siguiente tuvo lugar el primer orgullo gay. En España, años más tarde, comenzó en Barcelona y después Madrid. En nuestra comunidad, Cantabria, se celebra desde hace 25 años.

Por desgracia, existe mucha gente que piensa que este colectivo disfruta de ciertos privilegios. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Actualmente, aún hay países en los que la ley sanciona a las personas por su orientación o identidad sexual, llegando incluso a la pena de muerte. Y en nuestro contexto más cercano podemos ver como incluso en la esfera política se discrimina y se ponen en tela de juicio los derechos de estas personas, por ejemplo, poniendo en duda su capacidad como padres.

 No debe olvidarse que estamos hablando de una discriminación que se fundamente en el simple hecho de ser quién eres. Y no podemos negar que tanto el machismo como la LGBTIfobia son una realidad y se manifiestan desde formas sutiles como los “chistes” a otras más explicitas y perjudiciales como los insultos o incluso las agresiones.

A partir de esto, también se abordó el tema de las “terapias” para “curar” la homosexualidad. Kiara las considera una forma de violencia. Desde ese prisma se les trata como “enfermos” a los que se debe y pueden “curar” y esta visión, entre otras cosas, lo único que consiguen es aumentar el malestar de demasiadas personas.

¿Qué le diría Kiara a una persona LGBTIfóbica? Ella parte de la idea de que en muchas ocasiones ese odio es el resultado de la falta de conocimiento, es decir, de la ignorancia. Por lo que, aunque principalmente depende de la actitud y voluntad de la persona, ella adopta una posición pedagógica y trata de enseñar la realidad de este colectivo.

Es fundamental y urgente que, desde la vía educativa, es decir, familias y colegios, se informe a los menores debidamente, y que se sancionen determinadas actitudes que por desgracia son aceptadas o al menos permitidas como por ejemplo que desde la esfera política se llegue a relacionar este colectivo con la pedofilia.

Continuando con el encuentro, Carlos pidió a Kiara su opinión sobre el polémico tema del PIN o Beto parental. La invitada expuso resumidamente y de forma sencilla el profundo debate que envuelve este tema. No hay que olvidar que la educación sexual es un derecho y las charlas mediante las que se imparte contribuyen, por un lado, a aumentar el conocimiento y el respeto de aquellos niños que vienen de familias cisheteronormativas, y por otro, aumenta el entendimiento de su situación y rebaja los sentimientos de soledad o incomprensión en aquellos que pertenecen al colectivo LGBTI.

 Carlos quiso que Kiara aclarase que es el feminismo y que no lo es, ya que es un término con una gran toxicidad añadida. Y ella, con su actitud tranquila y su dulce voz, lo dejo muy claro. El feminismo busca la igualdad rompiendo la relegación de la mujer y los estereotipos que han recaído sobre ella a lo largo de la historia. El objetivo principal es que la mujer sea libre para ser quién es.

Para concluir el encuentro, y antes de las numerosas intervenciones y aportaciones del público que demostró un gran interés, Carlos le propuso a Kiara que eligiese un deseo y este fue claro “que ALEGA no fuese necesario”. Esto implicaría que el colectivo LGBTI fuese aceptado y, sobre todo respetado, gozando de los mismos derechos y libertades que los demás. También conllevaría la ausencia de casos tan complicados como los que llegan a la asociación: personas que por su condición son rechazadas por su entorno, incluso expulsadas de sus hogares o de padres que no aceptan la transexualidad de sus hijos y por ello no les dejan ser libres a la hora de escoger sus nombres, su ropa, sus relaciones...

Kiara transmitió al público las ganas de hacer visible, una vez más, las necesidades del colectivo LGBTI. Desde Cipsa damos las gracias a la ponente por su aportación, y deseamos que en un futuro no muy lejano, asociaciones como la vuestra ya no sean necesarias. ¡GRACIAS!

Laura Cruz
Licenciada en Psicología por la Universidad de Salamanca.
Mediadora y Psicoanalista

Marina Hanoos
Graduada en Psicología por la UNED con Mención en
Psicología de la Salud e Intervención en
Trastornos Mentales y del Comportamiento.

Alumnas de Psicología en prácticas de la Universidad Europea del Atlántico
Departamento de Psicología Clínica de CIPSA