Una técnica eficaz con validez jurídica que ayuda a descongestionar los Juzgados
Los problemas de entendimiento entre las personas están presentes desde el inicio de la historia de la humanidad, evitarlos o almacenarlos no suele ser el mejor camino para llegar a una buena solución: Cualquier conflicto entre dos o más partes, lleva implícito un importante desgaste de salud emocional y física, además de la pérdida de tiempo y dinero en caso de tener que llegar a los Juzgados.
La Mediación es un método alternativo o complementario al sistema judicial para solucionar una discordia entre ciudadanos y/o instituciones cuyos problemas se encuentren dentro del Derecho Privado, Civil y Mercantil, y sin que un Tribunal de Justicia actúe. Por lo tanto, es un acuerdo voluntario alcanzado entre las partes implicadas en el enfrentamiento mediante la intervención negociadora del mediador profesional, pero fuera de los Tribunales. No se buscan responsables ni culpables, sino soluciones.
El Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud (CIPSA) en Santander cuenta, entre otros servicios, con el Área de Mediación Extrajudicial, formada por el licenciado en Derecho y mediador José Ángel García y la psicopedagoga y mediadora Mª Jesús Franco. Ambos señalan que “todas las diferencias que duelen, tienen un punto de encuentro, en el que se minimiza el sufrimiento para ambas partes. Solo hay que querer encontrarlo”. “Los problemas se cuecen a fuego lento pero, en el momento más inesperado, estallan como una olla exprés, como bien dice la sabiduría popular”.
La Mediación se lleva utilizando desde hace décadas, especialmente en Estados Unidos y en el resto de Europa, con unos resultados muy positivos para las personas que recurren a ella. En España, en materia familiar está en marcha desde hace tiempo- “aunque actualmente sigue siendo insuficiente y desconocida todavía” -apunta la mediadora-. Sin embargo, en materia civil y mercantil no se reguló hasta el año 2012 a través de la Ley 5/2012 de 6 de Junio de Mediación en Asuntos Civiles y Mercantiles.
Lo que significa que la Mediación interviene en muchos y variados tipos de polémicas -explica Franco- “es una potente y amplia herramienta de resolución, siempre por mutuo acuerdo entre las partes, como por ejemplo: concretar las condiciones de un divorcio o separación, llegar a un arreglo entre herederos, alcanzar un acuerdo inquilino y propietario, pactar una transacción entre empresa y trabajadores, conciliar aseguradoras y usuarios, consensuar dentro de una comunidad de vecinos, etc.” Quedan excluidos de la Mediación los temas por delitos penales o asuntos relacionados con las administraciones públicas.
Para José Ángel García, “Las partes son la pieza fundamental de la Mediación: son quienes encuentran su solución dialogada y querida voluntariamente, ayudados por el Mediador: La clave del éxito de la Mediación está en la libertad de poder hablar cuanto se necesite hasta llegar al entendimiento y conseguir un arreglo satisfactorio para todos, sin imposiciones”. El mediador es un tercero neutral, imparcial y objetivo, cuyo trabajo se centra en escuchar a las partes, asegurarse de haber entendido el conflicto desde la verdad de cada uno de sus protagonistas para, luego, determinar con ellos cómo pueden llegar a resolver su problema.
El mediador parte, en general, de una formación universitaria previa y posteriormente tiene que especializarse como Técnico o Máster en Mediación y debe constar, para asegurarnos su calidad profesional, en el Registro de Mediadores del Ministerio de Justicia de España.
La Mediación tiene ventajas y beneficios importantes: siguiendo las estadísticas, el coste medio de un juicio en nuestro país ronda los 4.000 euros, y puede demorarse más de un año; mientras que un proceso de Mediación, se resuelve en menos de seis meses por un precio que puede oscilar entre 400 y 1000 euros. Sin embargo -según destaca el equipo de mediadores de CIPSA- “lo más beneficioso de la Mediación es encontrar soluciones a los conflictos en un ambiente confortable y con la tranquilidad de que vas a ser escuchado y comprendido”.
En los próximos meses, se prevé un colapso significativo en los Juzgados de todas las autonomías del Estado, especialmente tras las consecuencias personales, económicas y sociales del coronavirus: “es, sin duda, un gran momento para acudir a la Mediación Extrajudicial y encontrar acuerdos que reduzcan, sobre todo, los costes emocionales que acarrean las disputas”- explica Mª Jesús Franco. |