El Impacto Psicológico ante un Incendio: Sobrevivir al Trauma

Hola de nuevo a los lectores asiduos y nuevo hola para los que se estrenan. El post está a cargo de Marina de la Hoz Solar y Raquel Pérez Sánchez, psicólogas en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica de CIPSA.

Recientemente, han llegado a los oídos de todos los españoles las devastadoras noticias de los incendios acaecidos en el barrio del Campanar, al Oeste de la ciudad de Valencia y en Villajoyosa, en Alicante. Cuando las llamas arrasan con todo a su paso, el trauma emocional puede ser igual de calcinador que el fuego mismo. La culpa y la injusticia se suman al dolor del duelo, creando una carga emocional y mental que amenaza con ser insostenible. Las imágenes del incendio se cuelan en la mente de los sobrevivientes como fantasmas persistentes, trayendo consigo el terror de estar atrapados en un infierno persistente.El encuentro con la muerte deja a las personas en un estado de shock y bloqueo, por ello la ayuda psicológica desde el inicio es crucial, ya que los seres humanos poseemos la capacidad innata para la adaptación y superación del trauma. No obstante, si no abordamos adecuadamente las secuelas psicológicas, estas pueden no permitirnos avanzar y cronificarse. Estas secuelas pueden afectar a los supervivientes en múltiples niveles, generando una profunda angustia y malestar. La sintomatología varía en función de cada persona, sin embargo, es frecuente que puedan sentir confusión, ira, miedo e incertidumbre ante una situación novedosa e inesperada.

Las reacciones pueden abarcar sentimientos de irritabilidad y oscilaciones en el estado anímico, flashbacks (recuerdo de imágenes vívidas sobre lo sucedido) acompañado de reacciones fisiológicas como taquicardias, tensión muscular, dolores de cabeza, presión en el pecho o sudoración, dificultades de concentración, insomnio, aislamiento social y estrés.  Asimismo, se ha observado que después de un suceso de esta índole aumenta la probabilidad de padecer un trastorno de estrés postraumático, depresión, ansiedad o fobias específicas relacionadas con el fuego tanto en la población adulta como en la población infantil. Además, ante esta situación se desarrolla un duelo ante la pérdida de seres queridos y un hogar que les reportaba seguridad y cobijo, marcando el inicio de un proceso que requiere de apoyo y tiempo para sanar.

Entre las recomendaciones que se indican en este tipo de casos se aconseja tomarse un tiempo de adaptación a la nueva situación, permitirse tener sentimientos de malestar, evitar tomar decisiones trascendentales, buscar apoyo en las personas del entorno y no aislarse, evitar sobreexponerse a noticias relacionadas con el suceso que puedan elevar la sensación de estrés, retomar paulatinamente la rutina para recuperar el control y llevar a cabo actividades de autocuidado para aumentar el bienestar. Además de lo descrito anteriormente, lo recomendable en una situación así es buscar ayuda profesional que acompañe a las personas que estén pasando por este proceso.

Como siempre, un abrazo de 20 segundos para cada lector/a.

Marina de la Hoz Solar y Raquel Pérez Sánchez
Psicólogas en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica
del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud, CIPSA

Ángela Carrera Camuesco
Psicóloga Clínica y directora de CIPSA 

Imágenes: Created by Pexels ~  Pexels

 

CBD ¿es tan eficaz e inofensivo cómo nos lo venden?

Hola de nuevo a los lectores asiduos y nuevo hola para los que se estrenan. El post está a cargo de Carla Carrera González, Esther Pedraja Fernandéz y Daniel Samperio Fernández psicólogas en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica de CIPSA.

Actualmente se está extendiendo el consumo de cannabidiol (CBD), publicitándose como inofensivo y vendiéndose en diferentes formatos. Pero, ¿realmente es legal, seguro y no tiene efectos secundarios? El cannabidiol, o CBD, es uno de los más de 100 componentes, junto con el tetrahidrocannabinol (THC), que se encuentran en la planta de cannabis. Es importante recalcar que el CBD no es lo mismo que la marihuana. La marihuana se refiere a las flores, hojas, tallos y semillas secas de la planta de cannabis y contiene THC, componente que lo hace adictivo. Además, el CBD por sí solo no produce la sensación de euforia o el “subidón” que la marihuana es capaz de producir. El CBD se está comercializando en diferentes formatos, incluidos aceites, extractos, cápsulas, parches, vaporizadores, preparaciones tópicas para usar en la piel e incluso chupa-chups.

En España, existe un vacío legal del CBD y miles de españoles lo consumen.  Su seguridad y pureza no están reguladas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Por lo tanto, no podemos estar seguros de que el producto que compramos tenga la dosis de los ingredientes que figuran en la etiqueta, ni tampoco de si contiene otros elementos desconocidos. Además, no se conoce cuál es la dosis terapéutica más eficaz de CBD para una afección médica en particular. Una situación preocupante que está produciendo esta sustancia es que hay productos a la venta de CBD que contienen un 0,02% de THC, pudiendo producir pequeñas adicciones. Por eso, es importante informarse sobre el tipo de producto que compramos.

Hasta que el CBD no esté en la lista de venta como complemento alimenticio para consumo humano, no es ilegal venderlo, pero tampoco legal para tal fin y, por lo tanto, está prohibido hasta que se le dé forma a su regulación. Es decir, es legal siempre y cuando el producto en cuestión esté destinado para su uso externo, por ejemplo, las cremas o aceites para el cuidado de la piel o para el tratamiento de diferentes tipos de afecciones cutáneas, entre otros usos. En relación a los efectos secundarios, estos dependen de si se toma la dosis correcta, de la calidad del producto y de si contiene o no THC. En concreto, estos efectos pueden ser: aumento de la presión ocular, sensación de sequedad en la boca, influencia en el efecto de medicamentos, influencia en las enzimas durante el embarazo, somnolencia, problemas para conciliar el sueño, presión arterial baja, disminución del apetito, aumento del temblor en pacientes con Parkinson, diarrea, dolor abdominal y de cabeza.

Por lo tanto, se puede concluir que el consumo de CBD podría ser inofensivo si estuviera regulado y se comercializara en las dosis adecuadas, sin contener THC. Al no pasar ningún control sanitario y no poder estar seguros de si el producto cumple con las características de la etiqueta, es recomendable ser muy cautelosos con la sustancia que consumimos. Por ello, aconsejamos hacer uso de otro tipo de medicamentos o suplementos que puedan ayudarnos en lo que buscamos.

Como siempre, un abrazo de 20 segundos para cada lector/a.

Carla Carrera González, Esther Pedraja Fernandéz
y Daniel Samperio Fernández
Psicólogos en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica
del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud, CIPSA

Ángela Carrera Camuesco
Psicóloga Clínica y directora de CIPSA 

Imágenes: Created by Pexels ~  Pexels

 

Logopedia: la brújula en la comunicación del paciente y su familia

Un ictus, una embolia o un infarto cerebral se produce por la interrupción repentina del flujo sanguíneo en una parte del cerebro (isquemia) o por la rotura de una arteria (hemorragia). En consecuencia, no llegará suficiente sangre al cerebro para oxigenar a las neuronas, y algunas áreas de éstas dejarán de funcionar. Las secuelas dependerán de la gravedad neurológica, y podrán afectar a la movilidad, habla, cognición, capacidades sensoriales y conducta del paciente.

En la rehabilitación logopédica, la mejoría más rápida ocurre durante los cuatro primeros meses después del daño cerebral adquirido (DCA), pero hasta los tres primeros años la evolución del paciente puede ser positiva. Sin duda, la colaboración de la familia del paciente es clave en el proceso de la recuperación comunicativa. Hay estudios científicos que así lo demuestran: aquellos pacientes que han sufrido DCA y cuentan con un adecuado apoyo familiar, se recuperan mucho mejor que los que no disponen de esta ayuda.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que cuando un ser querido padece DCA y tiene secuelas con daños importantes, tanto el paciente como la familia se sienten muy angustiados por la nueva situación y por la incertidumbre de qué pasará en sus vidas.  

Uno de los primeros obstáculos que causa mayor ansiedad familiar en estas situaciones es la comunicación: el paciente se suele sentir frustrado porque no puede o tiene graves problemas para hablar o hacerse entender, y la familia se siente desorientada, agobiada o fracasada por no poder entenderle.

Por ello, el Servicio Re-habilitador de Logopedia en CIPSA ofrece un apoyo “Logo-educativo” personalizado y adaptado a cada paciente/familia en consulta, así como pautas de asesoramiento logopédico para casa: las barreras de comunicación se superan mejor desde el conocimiento y el afecto.


María Jesús Franco Domínguez

Logopeda experta en daño neurológico, 
20 años de experiencia profesional logopédica sanitaria

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