Hola de nuevo a los lectores asiduos y nuevo hola para los que se estrenan. Hoy quiero explicaros, por qué me despido siempre con un abrazo de 20 segundos,… Todos, en algún momento de nuestra vida, sentimos la necesidad de dar y recibir un abrazo. Hay razones científicas por las que afirmo que este contacto tan simple es beneficioso para la salud física y emocional. Un estudio hecho por científicos de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, llegó a la conclusión de que las personas necesitamos recibir abrazos y caricias desde que nacemos. En la investigación se analizó el efecto del contacto físico en bebés, y se encontró que la ausencia de este acto puede contribuir a la muerte de neuronas y a deficiencias en la producción de la hormona del crecimiento, por lo que es importante estimularlas desde que empezamos a vivir. Pero no solamente es importante en esta época de la vida, sino a lo largo de todo nuestro trayecto vital, en todas las edades. “Abrazarse es una forma de contacto, de expresión emocional y de comunicación que va más allá de la palabra y que va a repercutir a nivel físico, psicológico y social”. Es en el cóctel hormonal que se desencadena al abrazar, donde reside su potencial. Es una “Farmacia natural”, un remedio casero que es gratuito y accesible en todo momento. La ciencia ha comprobado sus beneficios, aunque para que estos se produzcan el abrazo a de ser frecuente (diario) y largo. Las personas nos abrazamos con una duración media de 3 segundos. Pero cuando un abrazo se alarga hasta los 20 segundos o más, se produce un efecto terapéutico tanto para el cuerpo como para la mente. Te hace sentir bien y alivia los temores y reduce el estrés y la ansiedad. Cada vez que tenemos a una persona entre nuestros brazos, acunamos a un bebé o cuidamos a un perro o un gato, se libera la oxitocina (conocida también como la hormona del cariño) haciéndote sentir bien. La oxitocina es un neuropéptido, que básicamente promueve sentimientos de confianza y unión y nos ayuda, entre otras cosas, a relajarnos, sentirnos seguros y calmar nuestros temores y ansiedad. Además, los abrazos y el contacto físico en general, reducen la producción de una hormona llamada cortisol, la cual favorece el estrés. Además se aumenta la cantidad de serotonina y dopamina, las cuales de inmediato le darán sensaciones de bienestar y tranquilidad. Desde luego todo esto además, hace mejorar el estado de ánimo. Es bueno para la salud cardiovascular ya que regula los latidos cardíacos y reduce la presión arterial. Cuando alguien te toca, la sensación en la piel activa los receptores de presión llamados corpúsculos de Pacini, que luego envían señales al nervio vago, que es responsable de la reducción de la presión arterial. El abrazo, las caricias y el contacto mejoran la salud en general, por ejemplo, tienen un efecto altamente positivo en la mejor y más rápida recuperación de los bebés prematuros, en el incremento de la analgesia en pacientes con dolor, en la mejora del sistema inmunológico. Y por si fuera poco, eleva la autoestima. Cuando abrazamos nos sentimos amados, seguros, especiales e importantes para las personas a nuestro alrededor, gracias a esto nuestra autoestima se alimenta y el amor propio se mantiene. Los beneficios de los abrazos son importantes para la salud, por lo que ya no tienes excusa para no hacerlo. ¡Muestra tu afecto!. Aún he de contaros cómo es un abrazo “perfecto” y los tipos de abrazos que existen. Y como siempre…. Un abrazo de 20 sg. Para cada lector
Angela Carrera Camuesco |