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Hola de nuevo a los lectores asiduos y nuevo hola para los que se estrenan.  Ya es época de REBAJAS. En un mundo materialista, consumir más de lo necesario no se asocia a un problema, más bien con un éxito social, prestigio y felicidad.  La mayoría de las personas en alguna medida, disfrutamos  comprando. Parece ser un pasatiempo normal y en ciertos momentos como en época de rebajas, adquirimos más cosas, gastamos más dinero, que en algunos casos está fuera de nuestras posibilidades.  Si un amig@ nos dice que cada día va al bingo o que toma una botella de Vodka cada noche  nos alertaríamos sobre  una  posible adicción. Pero si nos cuentan que se ha comprado 4 pares de zapatos ayer y hoy 3 abrigos en una tienda online y que mañana va a ir por el centro a ver si encuentra más cosas… quizás no nos alertemos e incluso pueda producirnos has un poco de envidia. 

Si comprar no supone un deterioro,  podría no ser un problema, pero comienza a serlo cuando se convierte en  una COMPRA COMPULSIVA, un impulso irresistible de comprar sobre todo  artículos innecesarios y/o, frecuentes compras de más de lo que uno puede permitirse, provocando después,  malestar, arrepentimiento, culpabilidad y percepción de ausencia de autocontrol.  Se  convierte en una forma de vida y acaba afectando a la economía (deudas, quiebra), a la vida familiar, social e incluso a nivel  legal (embargos...) y nos acaba arruinando la vida.  Va asociada con ciertas emociones y rasgos psicológicos  como: aburrimiento, ansiedad, impulsividad, baja autoestima, comportamiento caprichoso,  soledad, insatisfacción personal, falta de alicientes diferentes al consumo

Es un trastorno del control de los impulsos pero también es considerado como una adicción, que padece un  7% de la población española  y de ellos 8 de cada 10 son mujeres. No son datos para tomarlos a la ligera. La línea entre lo “normal” y lo patológico es muy difusa. Pero veamos algunas señales de alarma.

  • Sentirse triste, deprimid@ o enfadad@... y lo único que calma a la persona es ir de compras.
  • Comprar con frecuencia cosas poco útiles para después sentir arrepentimiento por haberlas adquirido.
  • Tener la casa llena de artículos que no se han usado y que resultan inservibles.
  • Precipitarse a la hora de comprar.
  • Comentarios críticos sobre la propia afición a comprar, por parte de familia y amistades.
  • Cuando a pesar de haber comprado muchas cosas o haber realizado un gran gasto, la persona se siente insatisfecha al reflexionar sobre lo adquirido.
  • Sensación de que se va el dinero sin darse cuenta.
  • Cuando se ve algo que ha gustado, no parar hasta comprarlo.
  • Cuando tras ver el extracto de la tarjeta de crédito, sorprende sobremanera la cantidad de compras y el dinero gastado.
  • Dedicar el tiempo libre preferentemente a visitar los centros comerciales o a ir de tiendas.

En el siguiente blog os daré algunas claves para no caer en la adicción al shopping. Hasta entonces qué os parece si hacemos una reflexión autocrítica y una observación de lo que ocurre dentro de nosotros y a nuestro alrededor. Como siempre, un abrazo de 20 segundos para cada lector/a

Angela Carrera Camuesco
Psicóloga Especialista en Psicología Clínica
Directora de CIPSA
| Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud |

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