Antes de las 20:30 la sala de Fraile y Blanco estaba llena, se esperaba a Ángela Carrera quién iba a hablar de cuentos, “Érase una vez cuentos que enseñan a conocerse y vivir”, otra manera de ver este tipo de historias tan comunes en nuestra vida. Marian condujo un encuentro lleno de pequeñas enseñanzas. Se comenzó hablando del origen de los cuentos, donde no hay certeza de su origen pero se especula que son el “Mita”, “Dios crea al hombre porque le gusta oír historias”. Pero sin duda este encuentro se iba a caracterizar por el significado de las historias, significado que se lo da el oyente al que le llegan cosas distintas, las historias moldean quienes somos, coleccionan partes de nosotros, de este modo Ángela señaló como despierta a la experiencia y se les considera el método educativo más antiguo. Es importante diferenciar entre historia, cuento y moraleja. La primera engloba todo, el cuento se caracteriza por ser corto, imaginado y que tiene el poder de traspasar la realidad. Se utiliza la metáfora, ahí es donde se hace referencia al “parecido no real”, se busca la comparación, que se encuentre la analogía indicó Ángela. Estas captan la atención, hacen que se retengan en la memoria, nos hacen saber quiénes somos, nos reconocemos en estas. Las metáforas son recurrentes por su característica que nos centra en lo racional, irracional y en la acción. Ángela para ejemplificarnos esto utilizó un cuento con un elefante, el que cual era muy grande, pero sin embargo estaba atado a una pequeña estaca, él podría ser libre con un mínimo movimiento, sin embargo desde pequeño había estado atado allí y llegó un momento que dejó de intentarlo, a modo resumen de este cuento Ángela nos enseñó a que lo intentáramos porque hemos crecido en el mensaje de “no puedo y nunca podré”. Los cuentos se caracterizan por su lenguaje simbólico, la representación una idea, donde Ángela destacó el papel del Rey como la reflexión, la cabeza, el “saber”, al Héroe como al emocional “sabe ser” y por último el Hada como la exploración, la acción el “saber hacer”. El encuentro tocó también temas que están en plena controversia y Walt Disney sí que influyó a los roles sociales que hoy se infundan, las mujeres tenían dos opciones o ser “sumisas” o ser “brujas”, siguiendo esta línea se trabajó con los “hechizos” que tenemos en nuestra vida. Ángela puso en palabra algo muy presente, nos inculcan a olvidarnos de nosotros mismos, de lo que queremos y hacer lo que se espera, cuando tenemos que conectar con nosotros mismos, decía. Al menos en algún momento del día dedicarlo a ti, a lo que quieres hacer, a estar contigo. Por otra parte insistir en soluciones que no funcionan y que funcionaron en su día, romper con esto, romper con el “lo hacemos así porque toda la vida se ha hecho así” porque al final eso no quiere decir que esté bien. El encuentro llevó muchos aprendizajes consigo, algunos se conocían pero les obviamos, y al final pararse unos minutos a pensar sobre lo que estamos haciendo es el primer paso al progreso que podemos hacer en nuestra vida para estar más satisfechos, al final como dice Ángela es intentarlo. Ruth Lobera Balbás y Lucía Barquín Casar |